domingo, 6 de mayo de 2012

Como agua para chocolate.


No puedo conmigo misma.
No sé si reír, si llorar, si cantar, si quedarme acostada todo el día o bailar, incluso sin música.
Nunca me sentí tan viva. Es como que de repente se encendió, bah, me encendí. 
Me encendieron.
Estoy tan llena, y tan humana. Tengo el pecho abierto y está mi corazón ahí, latente, rojo, apasionado, está ahí, a flor de piel.
Y no te asustes, eh, que esto no cambia lo que prometí, (el borrón y cuenta nueva sigue en pie), pero dejame disfrutarlo.
No me importa sino me querés, porque ya es así, no me importa. Me haces tan bien, que poco importa todo.
- Como ve, todos tenemos en nuestro interior los elementos necesarios para producir fósforo. Es más, déjeme decirle algo que a nadie le he confiado. Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de una persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra, o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos.
Cantame. Quiero que me digas "trae tu guitarra" y toques, y me hables pero sin dejar de hacer música. Y que me cuentes historias. Y que cantes, en portugués, y me traduzcas, y me sigas contando historias. Y que ese momento no termine. 
¡No te das una idea lo bien que estoy! Me siento orgullosa de mí.
Brindo por que siga vivo por siempre en el tiempo no lineal de lo que siento.
>>Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco pase el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo.
Sonreí, que te sentís bien. Contagiáme una sonrisa, que sólo vos sabes cómo.
Mierda, nene, no cambies nunca que así sos un mundo aparte. 
Con continentes hermosos y gente buena. Sin contaminación ni una capa de ozono en extinción. 
Hablemos de las estrellas, y de la vida, y contame secretos absurdos, jamás me van a aburrir.
>>Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía el alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento. Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus propios detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo.
Abrazame, no necesito nada más que eso. No me ames, no me quieras, "tenés la receta justa para hacerme sonreír". Y hablemos de Simba, recordemos juntos, volvamos a eso. Que te extraño, y me extraña no ser tu confesionario.
>> Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo.
"¡Qué ciertas eran estas palabras! Si alguien lo sabía era ella."
Estoy tocando el cielo de felicidad, aunque no lo entiendas. No te asustes, tampoco, por favor.
Gracias.