Y yo que pensaba que era amiga de la soledad
ahora me vengo a enterar que soy
su grupie
su puta dentro del presupuesto
que no le cobra nada más que tiempo.
No es negocio,
pierdo
virginidad
compañía tangible
y el deseo
se consume tanto
que el orgasmo ya no es premio sino alivio.
Si tan sólo la soledad fuera
las manos de un hombre
la cocina de mamá
o el trago de un amigo.
Si fuera un buen culo esperando el bondi
o una sonrisa amable a la espera de un servicio.
Si fuera así tendría sentido que quisiera casarme con ella
hacerle el amor
y recostarla en su espacio imaginario
porque en realidad no ocupa
espacio.
(Qué suerte).
O quizás si la soledad
fueras vos
no me sentiría culpable por dejarte
hablando solo
cuando se te asoma desde detrás de mis ojos
un "te quiero".