sábado, 13 de febrero de 2016

La puta que te parió

Hace menos de seis meses Santiago se suicidó.
No dejó herencia.
No dejó una mierda.
Sólo me dejó.
Sensación térmica afuera: 41°.
Sensación térmica acá: ¿qué clase de calor puede hacer si no hay tu abrazo?
Hace frío.
Transpiro pero hace frío.
Frío de extrañar y sentir el cuerpo cansado
y el corazón hecho mierda
y los ojos ajenos de tanto derramar sangre.

¿Vos cómo estás?
Acá da igual cómo pero estamos.

Parece que una argentina confirmó una teoría de Einstein.
Milagro Sala está en cana.
Todo el plantel de Huracán tuvo un accidente y a Toranzo le amputaron cuatro dedos.
No, el que te gusta a vos es Marinelli.
¿Sabías que Nora se puso de novia?
Sí.
Y Hernán me regaló un libro. De Kerouac. Lo hubieras pedido prestado.
Compré un labial rosa. También lo hubieras querido.
Tengo un compañero de laburo nuevo, mide 1.98.
Me gusta un tipo de 37 años.
Extraño el sexo.
No grabé. Me deprimí y lo pasé para marzo.
Me falta un guitarrista.
Julián me invitó a tocar la próxima vez que él lea.
Julián se va a Chile.
¿Te acordás de Chile 417? Qué pedal, mamita.
Sigo emborrachándome con Lou Reed de fondo.
Lloré mucho estos días.

Creo que me haces falta.