lunes, 25 de enero de 2010

Víctimas de nosotros.


Somos víctimas de la euforia. Víctimas del cambio, de la aventura. Víctimas de la duda. Víctimas de una revelación. Víctimas de un nuevo sentimiento, de un dolor de cabeza, del sufrimiento. Víctimas de nuestro progreso, víctimas de nuestros recesos. Víctimas de una guerra cercana, de un cariño hacía nosotros hecho añicos. Víctimas de un amor mal difundido, de un amor no tan retraído, no tan inhibido. Somos víctimas de un sentimiento contra el mundo. Víctimas de un sentimiento rodeado de recelo, rodeado del miedo. Víctimas de un amor que NO entendemos, de un amor del cual dependemos. Víctimas de un impulso, víctimas de lo que empezó como un juego. Víctimas de un problema del cual escapamos. Víctimas del romanticismo, víctimas de los resultados. Víctimas de nuestro salto al vacío. Somos víctimas de una muralla destruida, de una distancia carcomida. Víctimas de un deseo, de un sueño. Víctimas del sabor de nuestros labios, del respeto en nuestros ojos, del amor que nos tenemos.
Somos víctimas de todo y todos, menos del arrepentimiento.