jueves, 20 de marzo de 2014

Ataque y convulsión de una pendeja

¿Quién no tuvo una noche de mierda a los 17? Me encanta pensar en la cantidad de personas en el mundo que la pasaron pasan pasarán  igual o peor que yo, que en teoría fueron son serán todos. 7000 millones de personas que a los 17 años tuvieron están teniendo tendrán una noche de mierda.
Y más.
¿Quién no tuvo una noche de mierda y ya? Porque digo 17 para que particularmente esta noche de mierda signifique algo pero vos y yo sabemos que no, que es sólo uno de los tantos insomnios, de los ataques de pánico, de los nombres y apellidos, de los dolores de cabeza, de los calambres en las piernas, de los tantos motivos para que la noche sea una garca.

Ni siquiera sé escribir insomnio, tuve que googlearlo.

Y ojo que el día no se queda atrás. No vaya a ser cosa que leas esto y pienses "ah, esta pendeja de mierda se queja sólo de una noche" porque no, no me quejo sólo de la noche, aunque sí, soy una pendeja de mierda. De día también me quejo, en 140 caracteres o en una puteada cuando se me quema una milanesa. Y no te voy a mentir a vos, me quejo en cualquier momento, lugar y circunstancia. Y a veces me encantaría explicarte que por lo menos no me quejo cuando estoy con gente (o por lo menos no tanto), pero decime vos, ¿qué es peor?
a) quejarse de todo y todos, todo y todos los días.
b) quejarse sola para no quejarse en frente de alguien así ese tal alguien dice "uy, mirá, no se queja".
Claro que pocas veces ese tal alguien dice "uy, mirá, no se queja", seguro ese tal alguien dice "uy, mirá, usa mucho Twitter" o "uy, mirá, se le quema la milanesa".
Cuestión que me quejo mucho, y a veces pienso que si fuera millonaria iría a tres psicólogos, y les pagaría de más sólo para que tiren sus títulos al carajo y me concedan una hora sin refutaciones, preguntas, o retrucos. Una hora cada una sólo para quejarme y que alguien me escuche.

Me voy a quedar sola y va a ser mi culpa. Porque siento que los agoto, que si me escuchan más de tres minutos tienen ganas de entrar a mi habitación cuando duermo, aprovechar que mi perra no sabe ladrar y se asusta fácil, y con una almohada ahogarme hasta que yo no respire más y por ende, tampoco pueda seguir quejándome.

No te creo una mierda si me decís que nunca, PERO NUNCA sentiste que tenías amigos sólo para escucharlos a ellos.

A todos nos pasa. Y es mambo nuestro. Solemos tener percepciones tan básicas y erróneas de la gente que nos rodea, y son esas percepciones las que nos hacen tomar decisiones y esas decisiones son las que nos salen mal. Y bueno, después de eso: la queja. Y claro que no me voy a quedar sola, siempre estoy a una llamada de Mica o de Brenda. Incluso de Chona.
Es sólo que sé lo que me van a decir.
Mica va a empezar con un "y bueno, es normal" y claro que y bueno, es normal. Gracias, bombón. Y Brenda y Chona me van a decir "ay, sos una pelotuda, tenés que ponerte las pilas" y sí, claro que soy una pelotuda y tengo que ponerme las pilas. Gracias también. Pero qué sé yo, siento que no se dan cuenta que me pongo en pedo más de cuatro días a la semana, siento que no se dan cuenta que ya no contesto en facebook, que no saludé a Damián por su cumpleaños, no porque me haya olvidado, sino porque no quise. Siento que no se dan cuenta que no salgo de casa, que si salgo me pongo las gafas, y los auriculares y ya ni saludo a mis vecino. 
Yo solía saludar a mis vecinos, aunque me los cruzara más de dos veces por día, porque solía salir de mi casa dos veces por día o más. Y siempre una sonrisa amable, y gustosa. "Hola, buenas tardes, ¿cómo le va?".
¿Y sabes qué pasa? Tampoco puedo decirles que lo noten porque no quiero que lo noten. Soy una hincha pelotas, pero si ellas notan eso, se ponen tristes y después me siento culpable por su tristeza. Yo ya sé cómo funciona. 
Mentí por dos años diciendo "sí, ya comí". Ya sé cómo funciona de verdad.

Y boludo, ¡me puse triste porque no sé escribir insomnio y tuve que googlearlo!

Es que yo no sé manejar la incertidumbre. Y por primera vez en bocha de años estoy dando vueltas en los metros cuadrados de mi habitación, la puerta, el escritorio, la cama, el placard, la puerta, el escritorio, la cama, el placard, todo una y otra vez y me mareo pero sigo a ver si así, de repente, de la nada, me nace una solución. Y para colmo, fue mi error, yo debería haberme roto el orto en agosto para no estar ahora en marzo a una materia de mierda de terminar la secundaria.O podría haber nacido un año antes, cosa de terminar la secundaria con 18 años y que esas tienditas de ropa en Liniers me llamaran para darme laburo, no para decirme que "parezco perfecta para esto, pero tengo que tener 18". No me llames si no me vas a dar laburo, la puta madre.
Gracias.
Atentamene: la que no tiene 18.