No cojas indispuesta si no te gusta mancharte.
No juegues con acuarelas si no te gusta mancharte.
Si no te gusta mancharte, no te recomiendo aprovechar que mirá cómo llueve para poner los pies en el barro. No te maquilles borracha en el colectivo yendo de prepo a visitarlo la noche de tu cumpleaños. No dejes que tu perra te salte sobre el vestido nuevo cuando llegas, que te salte encima porque te extrañó, porque estás de vuelta.
Y si no te gusta el ruido, no camines por Buenos Aires. No busques un libro en toda Av. Corrientes. No te inundes en Caballito y todo ese a olor que nada cambia. No te muevas.
Quieta.
Quieta, así es más fácil.
¿Así es más fácil?
