lunes, 9 de noviembre de 2015

Del verbo llegar

Mentira.
Llegué a muchas esquinas con vos.
A las más lindas de esta ciudad de mierda.
Llegué a tu cama. Llegué a donde quise.

Mentira.
Llegué a donde pude, donde pudimos.
Y pudimos mucho,
más de lo que creí, eso seguro.

Hay esquinas que faltaron.
Hay una en Chacarita con Tango Feroz de fondo donde siempre quise darte un beso.
Y en Piedras y Tacuarí hay
una cúpula
que sigue esperando escuchar tu risa.

Ojalá no vuelvas
a menos que sea
para llegar a cualquier otro lado
que no sea esta meseta.