miércoles, 2 de marzo de 2016

Y puede que

De vez en cuando me resucitan las ganas de estar en tu cama aunque nunca tenga nombre.
Es que me quiero muy poco. Es que mucho no valgo. Es que tu lengua...
A veces, incluso, despierto antojada de Coca~Cola, o no cambio la lamparita quemada sólo para repetirte en detalles.
Una, cuando puede, se obsesiona. Más que nada porque nunca voy a ser la hija favorita y porque nunca voy a ser linda como musa de Woody Allen. O estrella fugaz o inmortal o valiente. Y qué tiene que ver, te preguntás mientras esperamos el ascensor.
Nada. Pero si prestás atención te estoy diciendo te quiero.